Jardín de escombros
En este libro
la memoria es un fantasma
que pasea entre relojes blandos
y juguetes que regresan del más allá
con las rodillas rotas
1
Mamá
no castigues a mis muñecas
si no vienen a visitarme
Deja que hagan su vida
ahora que ya no estoy
3
La muerte es una muñeca de trapo
que se duerme en los brazos de Dios
Dios es un oso de peluche
que envejece en la cama de la muerte
Son historias que el niño cuenta a su padre
antes de apagar la luz
4
Mientras la loca peinaba a sus muñecas
y las vestía de luto riguroso
el oso de peluche reventaba sus espinillas
frente a un espejo roto
Todos irían al cumpleaños de la niña muerta
Llevarían de regalo un pastel de cenizas
9
Enterraron a la niña con todas
sus muñecas
olvidaron al oso de peluche
estaba bajo la cama escribiendo
su epitafio
17
¿Por qué tus muñecas llevan camisa
de fuerza?
Es por su propio bien
respondió la niña
Así dejarán de clavarse alfileres
18
Abrir el cinturón de castidad a tus muñecas
dejar que el oso de peluche las acaricie
entregar tu lecho de ceniza a los amantes
mientras tú desapareces entre tumbas
que no llevan epitafio y flores secas
que ya ni los gusanos orinan
22
En su diario de muerte
la niña dejó escritas todas las entrevistas
con el oso de peluche
De lo que hablaban
nadie lo sabe
El diario fue enterrado por sus muñecas
en un jardín de escombros
28
Las muñecas están indignadas
sorprendieron al oso de peluche
orinando la tumba de Dios
Se lo dirán a la niña muerta
El castigo será severo
Deberá contar los huesos
de la fosa común
30
En un barco ebrio los niños muertos
atraviesan el mar del inconsciente
Los juguetes levan anclas, alzan velas
se disputan el timón a grandes dentelladas
Un mascarón conduce la nave
hacia aguas más calmas
Los niños cantan sobre cubierta
recitan poemas en todos los idiomas
Pronto arribarán al país de los enanos
es la primera escala hacia el más allá
45
Papá
dile al oso de peluche
que no escriba su epitafio
en esta fosa común
ya no hay sitio para él
Jardín de escombros
Nadie nos enseña a morir
Un día nos apagan la luz y despertamos solos
en un jardín de escombros
entre gusanos que nos miran con desprecio
y arañas que pasan todo el tiempo de mal humor
Despertamos con miedo en las axilas
oyendo pájaros que desafinan bajo la lluvia
y hormigas que se aferran a nuestros pies
porque no tienen dónde ir
Despertamos para volver a morir
escondiéndonos del viento que regresa
con las rodillas rotas
olvidando nuestros gestos
frente a un espejo sonámbulo
colgando de nuestra sombra
para no caer a un pozo ciego
donde flota el cadáver de Dios
¿Sabrán nuestros juguetes
que la infancia no tiene patria
y el recuerdo es otro espectro
en un desierto sin sol?